HISTORIA DE LOS TAMBOS INCA Y COLONIA :
Los tambos
incas fueron edificios de tamaño regular, construidos a cada 20 kilometros
aproximadamente que estaban edificados en los caminos del Qhapaq Ñan, que
unifico en forma ideologica y espacial el territorio del tawantisuyo.
Los tambos
aparte de provver comida y alojamiento a los viajeros, también teneian
actividades ceremoniales y espacios artesanales.
Los tambos
eran administrados por los llactacamayoc o los tucuyricoc quienes fueron oficialmente encargados de administrar
los tambos.
Con la
llegada de los españoles se destruyó muchos tambos para detener las tropas
adversivas de ataque.
El cronista
Juan de Betanzos menciona cinco categorías distintas de tambos:
LA PRIMERA CATEGORÍA:
Corresponde corresponde
a «Ciudad o mezón real», que refiere a las grandes ciudades como Cajamarca y
Lima
LA
SEGUNDA CATEGORÍA:
Es la «Ciudad y mezón real»,
que alude a ciudades más pequeñas, como Nazca y Cañete.
LA
TERCERA CATEGORÍA:
Ciudades con tambos para referirse a los sitios incas
administrativos, como Huánuco Viejo y Jauja.
LA
CUARTA CATEGORÍA:
A los «Tambos con ciudades»,
pequeñas estructuras con personal, como el Tambo de Taparacu y el Tambo de
Tunsukacha, ambos en Huánuco.
LA
QUINTA CATEGORÍA:
Fue los «Tambillos», que no
tenían personal ni recaudo («sin recaudo ni pulpería, ni gente»), pero sí
tenían espacios abiertos donde se podían ubicar los animales[1]
LOS
TAMBOS EN LA EPOCA COLONIAL-:
Los tambos
articularon los múltiples tramos del camino la administración virreinal aprovechó la red
de tambos incaicos para impulsar desde allí las rutas útiles a sus interese de
ahí que los hitos relevantes de casi todos los caminos se apoyaron en algunas
instalaciones estratégicamente dispuestas y conocidas por la población local.
La
economía colonial era de naturaleza extractiva. Desde épocas coloniales
tempranas, aparecieron haciendas de producción agrícola, como azucareras,
algodoneras con obrajes para la producción textil, molinos en los que se
procesaban granos —como el trigo—; y viñedos para la producción del
aguardiente, vino y brandy. Asimismo, surgieron las ciudades mineras de Porco,
Huancavelica y Potosí (Lockhart 1994)
De
igual modo, la presencia de las minas provocó la movilización y la aparición de
negocios relacionados con el transporte de licores a lo largo de los Andes sur
peruanos, como Arequipa, Moquegua, y de los valles sureños hacia el Cuzco,
Potosí y La Plata (Glave 1989)
Las
Ordenanzas de Tambo de 1567 por el doctor Gregorio Gonzales de Cuenca en
Huamachuco, basadas en la visita que realizó al norte del Perú. Asimismo,
planteo algunos comentarios sobre la información de tambos en la visita a los
Lupacas de Chucuito de Diez de San Miguel durante 1567. Luego, se desarrollan
algunas ideas sobre las disposiciones realizadas por Francisco de Toledo con
respecto a los tambos para observar la transformación de estas instituciones,
en las que se dispone fueran llamadas ventas o mesones, y no tambos. De esta
forma, el oidor Vaca de Castro hizo una lista de varios «tambos incas» que
debían ser reconstruidos para funcionar como sistema de alojamiento en las
rutas principales. Asimismo, él enumeró una lista de las comunidades indígenas
que tenían que servir en cada uno de los tambos enunciados. Esta
reconstrucción, además, sugería que los tambos estén a cargo de una autoridad
española (alguacil de tambo) designada por los encomenderos.
En el caso de las Rutas a Potosi cuando una
caravana se detenía en los tambos o en los pueblos era para abastecerse de
agua, comida, herramientas así como para descansar.
Era tan necesario este servicio que el virrey Toledo
reglamento al respectó hacia 1575 en la provisión para el servicio de las
ventas y mesones del trayecto entre sepulturas zona de chullpas y potosí, esta
norma tuvo la intención de obligar a los tambos de aquella parte del camino de
los reyes lima a la plata charcas ofrecieran servicios ininterrumpidamente
En la Ruta del pescado se incorporó tarde tambos de
descanso.
Felipe Guamán Poma de Ayala señala conductas
reprochables de transeúntes que demandaban y utilizaban los servicios sin
pagarlos, eran generalmente españoles vagabundos Guamán Poma de Ayala los considero como moros o judíos. Y aunque
abundaban estos personajes hubo también gran número de indígenas mestizos y
españoles que mendigaban por verdadera necesidad.
La falta de cuidado de los tambos ocasionó un clima
de inseguridad pues campeaban a sus canchas asaltantes, delincuentes y ladrones
de toda laya que hurtaban abarrotes y cabalgaduras.
A tal extremo llegó esta situación que preocupo al
mismo virrey Diego Fernandez de Cordoba marquez de Guadalcazar 1622-1629, quien
dictamino que se restituyese el ordenamiento de asistencia caminera y aún más
mandó reponer y reconstruir aquellos tambos que por desidia se habían
abandonado. En su informe al rey expresó preocupación por la falta de
vigilancia y seguridad de los caminos y de los tambos en una evidencia proceso
de decadencia y escribió el virrey:
"Con la ocasión de una cédula que vino de los años
pasados para que los indios de la provincia del collao no tuviesen obligación
de guardar en los tambos las cabalgaduras de los pasajeros comenzaron a valerse
de ella los indios que por dicha orden podían sustraerse del servicio de ellos,
de que fueron resultando algunos inconvenientes y atendiendo a que no habiendo
indios que guardasen las cabalgaduras de los pasajeros era fuerza que se las
hurtasen y hubiese mucha falta en su avío con daño de la contratación del reino
y correspondencia de la republicas".[2] (LOPEZ BELTRAN,
CLARA.2016)
El mismo virrey alertó a la corona de desastre del
orden administrativo que se reflejaba en esta ciudad.
A lo largo de la ruta de la plata y en menor escala
en la ruta del pescado se había consolidado una red de distribución mercantil
sea por mayoristas o por intermediarios cantidad de arrieros que cargaban
cantidad de productos, adornos, telas hacia Castilla.
En la otra ruta del Pescado gozaba de prestigio y
fue utilizada desde la antigüedad por las diferentes etnias asentadas en la región:Changos,
atacameños, lipes aymaras,y urus[3]
Algo más tarde en el tiempo llegaron y se asentaron los incas dejando huellas a
lo largo de las vías entre Atacama y Lípez como lo son, entre otros, los
vestigios de los tambos a orillas de la laguna ramaditas y del tambo en la
cumbre del cerro ascotán.Estos caminos según la historiadora Lopez Clara el ayllu de lipez a lo largo de la historia
fue intensamente atractivo por sus recursos mineros en principio por la plata, también
el azufre y el bórax.
Lleva el nombre ruta del pescado porque en cobija
fuera de ser un lugar minero estaba el puerto de donde se secaba el pescado
para ser distribuido se dice que era muy apreciado y consumido sobre todo en
semana santa para trabajadores mineros que abarcaba toda esa zona hasta potosí.
Los viajeros que tomaban la ruta del pescado que tenía confín en el litoral de Atacama y su
anexo cobija, lugar también donde se explotaba abundante plata tenían el
privilegio de descansar en los tambos donde usualmente no faltaba comer el
pescado seco en sopas y segundos.
Como el caso
judicial de de los pacajes urcosuyo contra los pacajes de omasuyo con la
cual consiguieron que los indios de la parte del omasuyo dieran mita en los
tambos de la mitad urcosuyo
“El otro caso revisado es el iniciado por
los caciques de Pacajes Omasuyo. Estos caciques solicitaban ayuda en el
servicio de tambo a los caciques de Pacajes Urcosuyo. Esta disputa legal duró
mucho tiempo, ya que empezó en 1562 y continuó hasta el siglo VII. La provincia
de Pacajes estuvo dividida en dos mitades, una conocida como Pacajes Omasuyo, y
la otra como Pacajes Urcosuyo. La segunda tenía mayor jerarquía y se encontraba
cerca del camino que atravesaba Pacajes Omasuyo. Este camino fue bastante
transitado por gente y animales, debido a que conectaba Potosí con el Cuzco. En
la disputa, los líderes Omasuyo argumentaban que ellos tenían el derecho
legítimo de reclamar ayuda a los Urcosuyo, puesto que estos eran «más ricos y
tenían más animales» y que, de esa manera, había ocurrió durante el tiempo de
«Guaina Capa[4]
[1] (Poma
de Ayala 1944 [1614]: 1072-1082).
[2] Los
virreyes españoles en ámerica durante el gobierno de la casa de Austria.Edicion
de Lewis Hanke.V.5,Madrid, 1978 P.255.En LOPEZ BELTRAN CLARA:La ruta de la
plata de potosi de potosí al pacifico
[3] Ruffino,
Rodolfo.Los inkas del kollasuyo, La plata, Ramos Americana,1981.P.217-219.
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