domingo, 12 de abril de 2020

Tambos incas y coloniales en la ruta de potosi..


HISTORIA DE LOS TAMBOS INCA Y COLONIA :

Los tambos incas fueron edificios de tamaño regular, construidos a cada 20 kilometros aproximadamente que estaban edificados en los caminos del Qhapaq Ñan, que unifico en forma ideologica y espacial el territorio del tawantisuyo.
Los tambos aparte de provver comida y alojamiento a los viajeros, también teneian actividades ceremoniales y espacios artesanales.
Los tambos eran administrados por los llactacamayoc o los tucuyricoc  quienes fueron oficialmente encargados de administrar los tambos.
Con la llegada de los españoles se destruyó muchos tambos para detener las tropas adversivas de ataque.
El cronista Juan de Betanzos menciona cinco categorías distintas de tambos:

LA PRIMERA CATEGORÍA:
Corresponde corresponde a «Ciudad o mezón real», que refiere a las grandes ciudades como Cajamarca y Lima
LA SEGUNDA CATEGORÍA:
Es la «Ciudad y mezón real», que alude a ciudades más pequeñas, como Nazca y Cañete.
LA TERCERA CATEGORÍA:
Ciudades con tambos  para referirse a los sitios incas administrativos, como Huánuco Viejo y Jauja.
LA CUARTA CATEGORÍA:
A los «Tambos con ciudades», pequeñas estructuras con personal, como el Tambo de Taparacu y el Tambo de Tunsukacha, ambos en Huánuco.
LA QUINTA CATEGORÍA:
Fue los «Tambillos», que no tenían personal ni recaudo («sin recaudo ni pulpería, ni gente»), pero sí tenían espacios abiertos donde se podían ubicar los animales[1]



LOS TAMBOS EN LA EPOCA COLONIAL-:

 Los tambos articularon los múltiples tramos del camino  la administración virreinal aprovechó la red de tambos incaicos para impulsar desde allí las rutas útiles a sus interese de ahí que los hitos relevantes de casi todos los caminos se apoyaron en algunas instalaciones estratégicamente  dispuestas y conocidas por la población local.
La economía colonial era de naturaleza extractiva. Desde épocas coloniales tempranas, aparecieron haciendas de producción agrícola, como azucareras, algodoneras con obrajes para la producción textil, molinos en los que se procesaban granos —como el trigo—; y viñedos para la producción del aguardiente, vino y brandy. Asimismo, surgieron las ciudades mineras de Porco, Huancavelica y Potosí (Lockhart 1994)
De igual modo, la presencia de las minas provocó la movilización y la aparición de negocios relacionados con el transporte de licores a lo largo de los Andes sur peruanos, como Arequipa, Moquegua, y de los valles sureños hacia el Cuzco, Potosí y La Plata (Glave 1989)
Las Ordenanzas de Tambo de 1567 por el doctor Gregorio Gonzales de Cuenca en Huamachuco, basadas en la visita que realizó al norte del Perú. Asimismo, planteo algunos comentarios sobre la información de tambos en la visita a los Lupacas de Chucuito de Diez de San Miguel durante 1567. Luego, se desarrollan algunas ideas sobre las disposiciones realizadas por Francisco de Toledo con respecto a los tambos para observar la transformación de estas instituciones, en las que se dispone fueran llamadas ventas o mesones, y no tambos. De esta forma, el oidor Vaca de Castro hizo una lista de varios «tambos incas» que debían ser reconstruidos para funcionar como sistema de alojamiento en las rutas principales. Asimismo, él enumeró una lista de las comunidades indígenas que tenían que servir en cada uno de los tambos enunciados. Esta reconstrucción, además, sugería que los tambos estén a cargo de una autoridad española (alguacil de tambo) designada por los encomenderos.
En el caso de las Rutas a Potosi cuando una caravana se detenía en los tambos o en los pueblos era para abastecerse de agua, comida, herramientas así como para descansar.
Era tan necesario este servicio que el virrey Toledo reglamento al respectó hacia 1575 en la provisión para el servicio de las ventas y mesones del trayecto entre sepulturas zona de chullpas y potosí, esta norma tuvo la intención de obligar a los tambos de aquella parte del camino de los reyes lima a la plata charcas ofrecieran servicios ininterrumpidamente
En la Ruta del pescado se incorporó tarde tambos de descanso.
Felipe Guamán Poma de Ayala señala conductas reprochables de transeúntes que demandaban y utilizaban los servicios sin pagarlos, eran generalmente españoles vagabundos Guamán Poma de Ayala  los considero como moros o judíos. Y aunque abundaban estos personajes hubo también gran número de indígenas mestizos y españoles que mendigaban por verdadera necesidad.
La falta de cuidado de los tambos ocasionó un clima de inseguridad pues campeaban a sus canchas asaltantes, delincuentes y ladrones de toda laya que hurtaban abarrotes y cabalgaduras.
A tal extremo llegó esta situación que preocupo al mismo virrey Diego Fernandez de Cordoba marquez de Guadalcazar 1622-1629, quien dictamino que se restituyese el ordenamiento de asistencia caminera y aún más mandó reponer y reconstruir aquellos tambos que por desidia se habían abandonado. En su informe al rey expresó preocupación por la falta de vigilancia y seguridad de los caminos y de los tambos en una evidencia proceso de decadencia y escribió el virrey:
"Con la ocasión de una cédula que vino de los años pasados para que los indios de la provincia del collao no tuviesen obligación de guardar en los tambos las cabalgaduras de los pasajeros comenzaron a valerse de ella los indios que por dicha orden podían sustraerse del servicio de ellos, de que fueron resultando algunos inconvenientes y atendiendo a que no habiendo indios que guardasen las cabalgaduras de los pasajeros era fuerza que se las hurtasen y hubiese mucha falta en su avío con daño de la contratación del reino y correspondencia de la republicas".[2] (LOPEZ BELTRAN, CLARA.2016)
El mismo virrey alertó a la corona de desastre del orden administrativo que se reflejaba en esta ciudad.
A lo largo de la ruta de la plata y en menor escala en la ruta del pescado se había consolidado una red de distribución mercantil sea por mayoristas o por intermediarios cantidad de arrieros que cargaban cantidad de productos, adornos, telas hacia Castilla.
En la otra ruta del Pescado gozaba de prestigio y fue utilizada desde la antigüedad por las diferentes etnias asentadas en la región:Changos, atacameños, lipes  aymaras,y urus[3] Algo más tarde en el tiempo llegaron y se asentaron los incas dejando huellas a lo largo de las vías entre Atacama y Lípez como lo son, entre otros, los vestigios de los tambos a orillas de la laguna ramaditas y del tambo en la cumbre del cerro ascotán.Estos caminos según la historiadora Lopez Clara  el ayllu de lipez a lo largo de la historia fue intensamente atractivo por sus recursos mineros en principio por la plata, también el azufre y el bórax.
Lleva el nombre ruta del pescado porque en cobija fuera de ser un lugar minero estaba el puerto de donde se secaba el pescado para ser distribuido se dice que era muy apreciado y consumido sobre todo en semana santa para trabajadores mineros que abarcaba toda esa zona hasta potosí.
Los viajeros que tomaban la ruta del pescado  que tenía confín en el litoral de Atacama y su anexo cobija, lugar también donde se explotaba abundante plata tenían el privilegio de descansar en los tambos donde usualmente no faltaba comer el pescado seco en sopas y segundos.
 Todos los conflictos de estos tambos eran por intereses del comercio:

Como el caso  judicial de de los pacajes urcosuyo contra los pacajes de omasuyo con la cual consiguieron que los indios de la parte del omasuyo dieran mita en los tambos de la mitad urcosuyo
El otro caso revisado es el iniciado por los caciques de Pacajes Omasuyo. Estos caciques solicitaban ayuda en el servicio de tambo a los caciques de Pacajes Urcosuyo. Esta disputa legal duró mucho tiempo, ya que empezó en 1562 y continuó hasta el siglo VII. La provincia de Pacajes estuvo dividida en dos mitades, una conocida como Pacajes Omasuyo, y la otra como Pacajes Urcosuyo. La segunda tenía mayor jerarquía y se encontraba cerca del camino que atravesaba Pacajes Omasuyo. Este camino fue bastante transitado por gente y animales, debido a que conectaba Potosí con el Cuzco. En la disputa, los líderes Omasuyo argumentaban que ellos tenían el derecho legítimo de reclamar ayuda a los Urcosuyo, puesto que estos eran «más ricos y tenían más animales» y que, de esa manera, había ocurrió durante el tiempo de «Guaina Capa[4]




[1] (Barriga 1939 [1543-1558]: Tomo I, 384-386).



[1] (Poma de Ayala 1944 [1614]: 1072-1082).
[2] Los virreyes españoles en ámerica durante el gobierno de la casa de Austria.Edicion de Lewis Hanke.V.5,Madrid, 1978 P.255.En LOPEZ BELTRAN CLARA:La ruta de la plata de potosi  de potosí al pacifico
[3] Ruffino, Rodolfo.Los inkas del kollasuyo, La plata, Ramos Americana,1981.P.217-219.

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